Rosa Amélia, tiene 60 años, y paso más 32 años de su vida trabajando como carretonera para darles de comer a sus hijos. Tenía 6 niños que mantener, su esposo lo había dejado. Ella estaba sola, la única solución era trabajar cargando canastos a la cabeza o jalar un carretón cargados de frutas y verduras que pesaba entre ochocientas y mil libras.
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Rosa Amelia, actualmente se dedica vender fresco en el mercado de Masaya. Fotografía / Juan Carlos López | | | | | | | | | |
“Quiero decirle a todas las mujeres, es que no escuchen cuando alguien te dice que no puedes, porque sí, se puedes hacer todo lo que queramos”. Rosa Amelia, Ex carretonera del Mercado de Masaya.
Cuando comenzó a trabajar, sufrió mucha discriminación por parte de los hombres carretoneros, por el estereotipo que es un trabajo predominado por los hombres y que requiere mucha fuerza física. Muchos de sus compañeros de trabajo no creían que tenía la fuerza física necesaria para jalar un carretón, además algunas personas que no querían darle la oportunidad de trabajar.
“Yo no tenía otra opción, y enfrente todo para poder trabajar como cargadora, y fue con este dinero, que crie a mis 6 hijos”, dice con orgullo doña Rosa Amelia, quien actualmente es presidenta de una de las cooperativas de carretoneros, y tiene a su cargo a más de 160 hombres. En la actualidad ya no trabaja como carretonera, se dedica a vender fresco en el mercado de Masaya.